¿Entonces quién lo hizo? [Creepypasta]

Había una familia de mucho dinero, pero pocos integrantes. Estaba formada por la madre, el padre y la hija (de aproximadamente nueve años). La familia no solo tenía pocos integrantes, sino que los pocos que había no se comportaban como familia. Esto significa que poco debían de apreciar la bendición de una hija, pues casi todas las noches se iban a emborracharse en distintas fiestas. Y por el día, ellos trabajaban para mantenerse así de ricos. La niña quedaba sola mucho tiempo.
Luego de un tiempo, los padres se dieron cuenta de que su hija podía llegar a correr peligro de un ladrón con tanto estar sola. Entonces tomaron una decisión: le compraron un perro guardián.
El perro no solo cumplió con proteger a la niña, sino que también se encariñó mucho con ella. Y ella con él. Eran los mejores amigos. En todo el mundo, por siempre. Bueno, eso es lo que decía una niña que tenía de única compañía un perro.
Una noche, se fueron a dormir tarde. La niña en su cama y el perro debajo de ella, como era costumbre. Era una de esas noches en que sus padres estaban de parranda. Para la infante, era la noche más normal del mundo. O eso creía...
Más tarde, esa noche, la niña oyó rasqueteos en la pared. Se asustó un poco, pero no mucho, ya que podía bien ser su perro. Más a la noche, escuchó ruidos horribles. Puertas que se habrían rechinando, maderas flojas en el suelo y algo que las pisaba. Algo que se acercaba a su habitación más y más y MÁS Y ¡MÁS! Y... -¡Tuve una horrible pesadilla!- Pensó la niñita y volvió a dormir. Pero uso minutos después, sintió rasqueteos debajo de su cama. Se asustó mucho, pero bajó el brazo y sintió una lamida. Esa era la señal que daba su perro de que estaba abajo. Se tranquilizó y volvió a dormir.
A la mañana siguiente se despertó. Con los ojos cerrados del sueño, fue hasta el baño. Se los lavó, entonces los abrió. Y lo primero que vio, lo que le dio la bienvenida al nuevo día fue...
En el espejo del baño escrito “No solo los perros lamen” con sangre. Era la sangre de su can, muerto en un rincón de la habitación. Decapitado y con la frase grabada en su estómago. No solo los perros lamen.
La niña creyó estar soñando. No era así. Se miró la mano lamida por el supuesto perro. A tiempo en que llegó a su pieza y vio el cadáver de su mejor amigo con esa frase. Su mano, estaba podrida como carne pasada. La niña gritó de horror. Cuando los padres llegaron, ya no quedaba nada. La casa se incendiaba. Pero se escuchaban los gritos de terror de una inocente. Aún después de que todo fuera cenizas…

FIN (¿?)

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Ya sé, no da nada de miedo. Pero tenía que traer algo de terror aquí o me sentiría como una tonta. ¿De terror? Creo que ni a eso llega. Ustedes juzgues. Es una versión casera (con ciertas modificaciones propias) de una leyenda urbana ya existente.

Sino mal recuerdo, ya había escuchado esta creepy, así que tengo que decir que las modificaciones que le haz puesto ayudan a que esta mejoré.
¡Gracias por traerla al foro!

Me alegro que te haya agradado mi modificación. Sucede que había ciertas cosas de la creeepypasta que no me parecían lo suficientemente aterradoras. También me crucé con que en la versión original el miedo de la pequeña no era descrito lo suficiente. ¡Así que traje esto!
Saludos y espero que les guste a los demás.

La citada historia le sucedió a una niña de 9 años, hija única de padres de gran
influencia en la política local; esta niña tenía todo lo que hubiese querido y deseado
una niña normal con buena educación, pero con una soledad incomparable. Sus padres
solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola.
Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande (esto para que cuidase
a la niña cuando creciera), pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables.
Una noche como cualquier otra los padres fueron a despedirse de la niña; el perro,
ya acostumbrado a dormir con la niña, se postraba abajo de la cama.
Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, ya aproximadamente
como a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños
leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó la mano para que el perro la
lamiese (era como un código entre ella y el perro) y lo hizo y entonces ella se tranquilizó
y durmió otra vez.
Cuando ella se despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del
tocador había algo escrito con letras rojas. Cuando se acercó, vio que era un rastro
de sangre que decía así:
"NO SÓLO LOS PERROS LAMEN".
Entonces dio un grito de terror al ver a su perro crucificado en el suelo de su habitación.
Se dice que cuando los padres la encontraron ella no hablaba de otra cosa más que
de "¿quién me lamió?" y decía el nombre de su perro, se volvió loca y hasta la fecha
está en un manicomio y sus padres, tratando de olvidar lo que hallaron en el cuarto
y a su hija, se fueron al extranjero.
Y la incógnita más grande es: según los que fueron a investigar al cuarto de la niña,
el perro ya estaba muerto, es decir crucificad o en el suelo, desde hace horas. ¿Quién
le lamió la mano a la niña debajo de la cama?

Spoiler:

Ya existe un tema sobre esta creepypasta, una versión personal mía. Pero las semejanzas siguen presentes, así que...
*Fusiono Temas